A muchas personas les gusta cocinar sopas o ensaladas con frijoles hervidos, porque cualquier plato comienza a "verse" completamente diferente.
Las legumbres también pueden ser un excelente acompañamiento proteico con una amplia gama de propiedades beneficiosas.
Pero todo el mundo sabe que los frijoles hay que dejarlos en agua durante la noche para que al día siguiente se puedan hervir hasta que estén blandos sin problemas. Este es el problema clave: a veces nos olvidamos de realizar este importante trámite. Pero esto no significa que debas negarte a preparar el producto: existe un método que te ayudará.
¿En qué consiste?
Primero debes llenar el cultivo de leguminosas con suficiente agua. Después de esto, los cocineros recomiendan remover la comida y quitar aquellos frijoles que inmediatamente flotan hacia la superficie.
Colocar el recipiente al fuego y llevar a ebullición.
Se drena el líquido.
Se recomienda enjuagar los propios frijoles con abundante agua fría. Colocar al fuego y llevar nuevamente a ebullición, apagar el fuego y tapar. Esperamos unos cuarenta minutos.
Retire el agua nuevamente. Verter líquido a razón de 2 partes de agua por parte de legumbre. Cocine los frijoles durante unos 60 minutos. En este punto, agregue sal y cocine por otros cinco minutos.