Las amas de casa suelen congelar los tomates durante el invierno, aunque esto no siempre es conveniente.
Deja que cada ama de casa decida por sí misma qué hacer con las verduras más adelante, pero te contamos cuál es la mejor forma de preparar las verduras para conservar su sabor y color.
Cómo congelar tomates
1. La variedad "Corazón de Toro" y sus análogos son los más adecuados para este tipo de preparación. Conservan su forma mejor que otros.
2. Puedes congelar los tomates enteros y muchos cocineros primero les quitan la piel a la fruta. Congelar las verduras sobre una tabla cubierta con papel pergamino, colocando las verduras de manera que queden al menos 2 cm entre ellas. Posteriormente se pueden meter en una bolsa.
3. Otra opción interesante para congelar en aros y medias anillas. Para ello, lava los tomates, córtalos, colócalos en una bandeja cubierta con pergamino, retíralos hasta que estén completamente congelados y transfiérelos a bolsas cuando estén listos.
Esta es una excelente opción para preparar pizzas, sopas, tortillas, etc.
4. Sin embargo, la forma más práctica de congelar es el puré. Las verduras se pelan, se pican con una batidora o se pasan por una picadora de carne y se vierten en moldes.
Esta opción es ideal para preparar salsas, patatas fritas, sopas y otros platos con tomate.