En algunas recetas de pasteles, bollos y otros productos horneados, los autores señalan que el componente principal, la harina, debe tamizarse.
Al mismo tiempo, esta nota no se encuentra en todas las instrucciones de cocción.
Por eso, de hecho, surge la pregunta: ¿es realmente necesario tamizar la harina o se puede ahorrar tiempo y esfuerzo sin perder el resultado?
Pidamos ayuda a la opinión de los profesionales culinarios, que repiten unánimemente: hay que tamizar la harina. Hay varias razones para esto.
En primer lugar, el procedimiento debe realizarse por razones de seguridad. A veces sucede que puede haber objetos extraños en el contenido suelto de la bolsa.
Y, lamentablemente, nadie puede dar la probabilidad de que no hayan entrado insectos, chinches o gusanos en la harina.
Y en segundo lugar, como saben, durante el almacenamiento la harina se vuelve densa por su propio peso. Al pasarla por un colador conseguimos que la harina quede más suelta y quebradiza.
Esto significa que los productos horneados hechos con masa de levadura quedarán más esponjosos, mientras que los panqueques que se usan con harina tamizada definitivamente no tendrán grumos.
Por último, destacamos que si la receta indica que es necesario utilizar levadura en polvo, debes tamizarla junto con la harina. Gracias a este pequeño truco se repartirá de forma más uniforme.