La salsa gravy es un tipo especial de salsa que idealmente acompaña a la pasta, el puré de patatas, las gachas de trigo sarraceno o cualquier otra guarnición.
Es importante recordar que la salsa no es líquida, de lo contrario no se conseguirá el efecto culinario deseado.
La mayoría de las veces, las amas de casa fríen la harina e intentan incorporarla con cuidado a la salsa, haciendo que la consistencia sea más viscosa y densa. También se puede utilizar cualquier tipo de almidón para este fin.
Sin embargo, existe una forma interesante de hacer que la salsa sea espesa y sabrosa.
¿En qué consiste?
Resulta que puedes influir en la textura de la salsa con la ayuda de un producto popular y sabroso, que también combina perfectamente con guarniciones.
Estamos hablando de mostaza ordinaria.
Como regla general, solo se agregan a la salsa un par de cucharadas de mostaza. Los amantes de la cocina picante pueden elegir la mostaza estándar, que es bastante picante. Pero los conocedores de sabores más suaves deberían dar preferencia a la mostaza francesa.
Esta salsa resulta simplemente increíblemente apetitosa.