Para que el borscht tenga el tono deseado, la preparación adecuada de las remolachas juega un papel importante.
Si prestas suficiente atención a la fritura, el borscht quedará escarlata, aromático y sabroso.
Para hacer esto, debes seguir tres reglas simples.
¿Cuáles son?
Elegir las remolachas adecuadas
No todo el mundo se da cuenta de que mucho depende del tipo de cultivo de raíces. Algunas variedades de remolacha son completamente inadecuadas para el borscht, ya que pierden su color demasiado rápido.
Por lo tanto, conviene elegir remolachas pequeñas. Estos tubérculos le dan a la sopa un tono rojo espectacular que durará mucho tiempo.
Selección de aceite
El aceite en sí no “fija” el color de las remolachas, pero no se debe subestimar su función. Si elige el producto adecuado para freír remolachas, el borscht resultará aromático y rico.
Si está preparando borscht tradicional, lo mejor es freír las remolachas en manteca de cerdo. El ghee también es una gran opción.
Si está preparando borscht magro o dietético, puede utilizar aceite vegetal para freír las remolachas.
Acidez y dulzura
Todo el mundo sabe que un ambiente ácido es el que mejor preserva el color de la remolacha. Por eso, durante el proceso de fritura, es imperativo agregar jugo de limón.
Para evitar que la acidez sea demasiado evidente y brillante, añade una pizca de azúcar. El sabor del asado quedará más equilibrado.