La harina de trigo está prohibida para personas con intolerancia al gluten.
El arroz sería una buena alternativa, pero, lamentablemente, este producto no siempre se puede encontrar en un pequeño supermercado cerca de casa.
Sin embargo, esto no es motivo para enojarse: en lugar de pasar el día deambulando sin rumbo por las tiendas en busca de harina de arroz, intente prepararla en casa: hay arroz más que suficiente en los estantes de los puntos de venta.
Cualquier tipo de arroz es apto para hacer harina de arroz.
El cereal se debe verter en un colador y enjuagar con agua fría hasta que el líquido se aclare.
Espera hasta que el agua se haya escurrido por completo y vierte el arroz sobre una toalla para que se seque. No debe quedar ni una gota de agua en el cereal y debe quedar húmedo.
Ahora muele el arroz en pequeñas porciones en un molinillo de café, luego viértelo en una sartén seca y, bajando el fuego al mínimo y revolviendo continuamente, seca la harina.
Para evitar que el producto se queme, el recipiente en el que se fríe debe retirarse periódicamente del fuego.
Para asegurarte de que la harina se ha secado, debes exprimir una pizca con los dedos. La harina seca se desmoronará, mientras que la harina húmeda formará grumos.
Solo queda tamizar la harina de arroz con un colador y podrás utilizarlo para preparar diversos platos.