Antes de cocinar patatas, los cocineros suelen coger un cuchillo y pelar la verdura.
Además, se valora la capacidad de pelar los tubérculos para que quede la mayor cantidad de pulpa posible.
El hecho es que este enfoque ayuda a "salvar" la verdura y evitar su "reducción".
Pero no sólo este momento es importante. También es necesario poder cortar finamente la piel para conservar las cualidades beneficiosas del plato.
Cómo pelar patatas correctamente
Es recomendable pelar los tubérculos para que quede la menor cantidad de pulpa posible en las pieles de las patatas.
La explicación de la recomendación es simple: es debajo de la cáscara donde se encuentran muchos compuestos útiles.
Si cortas la parte superior de la pulpa, el plato quedará mucho menos sabroso y saludable.
Vale la pena señalar que la cáscara de papa en sí también es beneficiosa: es una fuente de potasio, hierro, calcio, vitaminas, así como muchas otras sustancias y microelementos importantes.
Por eso a veces tiene sentido hornear patatas sin pelar. Sí, y cocinar también. Además, las patatas cocidas con piel son fáciles de cortar para ensaladas.