No todas las amas de casa que tienen experiencia en la preparación de alitas de pollo conocen este truco, y mucho menos aquellas que recién comienzan su andadura en las habilidades culinarias.
Entonces, la mayoría de los cocineros, antes de freír las alitas, simplemente las marinan y luego comienzan el proceso de cocción.
Sin embargo, como demuestra la experiencia, esa preparación no es suficiente.
En lugar de freír las alitas enteras, que ocupan mucho espacio en la sartén y no se fríen bien, prueba cortarlas por las articulaciones.
Será mucho más conveniente marinar, freír y, más aún, comer ese plato.
Por cierto, hay varias opciones sobre qué hacer con la tercera falange restante.
Por supuesto, estos pequeños trozos se pueden dar al gato para que los coma o se pueden utilizar para hacer caldo: de 8 a 10 trozos por medio litro de agua es más que suficiente.
Algunas amas de casa utilizan esta base para preparar carne en gelatina dietética baja en grasa.