Si se añade a un plato más sal de la necesaria, es demasiado pronto para darse por vencido, porque el plato se puede salvar.
Hay una salida incluso en los casos en que la golosina sea muy salada. Este truco lo utilizan los chefs que en ocasiones también añaden más sal de la necesaria.
Sólo existe una forma eficaz y fiable que no fallará. La única acción correcta es remojar la carne en agua limpia destilada.
Habrá que sumergir el producto en agua durante un par de horas para eliminar el exceso de sal. Otros métodos no ayudarán si el plato está muy salado.
Si hablamos de carne guisada, puedes intentar quitar el exceso de sal con crema agria. El producto, por su acidez, absorberá el exceso.
Para que el plato sea aún más sabroso, puedes agregar zanahorias a la sartén o al caldero, lo que agregará un poco de dulzura y picante.
En otros casos, puedes intentar untar la carne con crema agria y luego dejarla enfriar. A continuación, se calienta al baño maría.
Si no tienes crema agria a mano, la salsa de harina servirá. Funciona de forma similar y también ayuda a eliminar el exceso de sal.