A pesar de que la papilla de sémola se puede cocinar con leche o agua, la primera opción es aún más preferible: siempre resulta sabrosa, satisfactoria y aromática.
Pero el proceso de preparación de gachas de leche no es diferente en simplicidad.
Las amas de casa que se alejan de una cacerola que está sobre el fuego por solo un minuto corren el riesgo de que la estufa se inunde de leche.
Y no hay que olvidarse de los pequeños pero terriblemente desagradables grumos que aparecen en un plato con sémola.
Afortunadamente, existen varias formas de evitar este tipo de problemas a la hora de preparar un desayuno abundante y saludable.
Por lo tanto, muchas amas de casa recomiendan usar un batidor en lugar de una cuchara para revolver el contenido de la cacerola, de esta manera los grumos no tienen una sola posibilidad de sobrevivir.
El siguiente método consiste en llenar un cucharón con leche fría, verterle sémola y dejar actuar 10 minutos, y luego poner al fuego el recipiente con la futura papilla.
Finalmente, puedes usar la tercera opción: hervir la leche y, en un recipiente aparte, mezclar el líquido frío con la sémola y verter esta mezcla en la leche hervida.