A muchas personas les gustan los guisantes como guarnición o ingrediente principal de la sopa debido a su agradable sabor, beneficios para el organismo y alto valor nutricional.
Sin embargo, no a todas las amas de casa les gusta cocinarlo debido a la larga preparación.
Para que los guisantes queden blandos y no provoquen dificultades en el funcionamiento del tracto gastrointestinal, se acostumbra dejarlos en remojo durante un largo período de tiempo.
Pero todas estas dificultades se pueden sortear con un sencillo truco.
¿En qué consiste?
Primero será necesario separar los guisantes y lavarlos varias veces. Luego lo ponemos en un recipiente para cocinar, le echamos agua y lo llevamos a ebullición. Será necesario drenar este líquido.
Luego agregue agua nuevamente. Cuando el líquido hierva, deberás agregar cuatro cucharadas de aceite vegetal. Los guisantes deberán cocinarse tapados a fuego lento durante 20 minutos.
Recuerda que no puedes salar los guisantes, de lo contrario quedarán duros.
Gracias a este truco podrás hervir legumbres de forma deliciosa y rápida.