Muchas amas de casa pueden encontrarse con una situación desagradable: cuando el borscht se vuelve a hervir, se vuelve naranja y pierde su apetitoso color rubí.
Tal reacción no debería ocurrir.
Si preparas la sopa correctamente, el color permanecerá durante mucho tiempo.
¿Qué errores deberías recordar?
Sin ácido
Para preservar la sombra, es importante conocer una regla: las remolachas deben estar en un ambiente ácido. Puedes usar pasta de tomate para esto. El borscht adquirirá una acidez agradable y conservará el color deseado.
Puedes prestar atención al jugo de limón. El borscht se volverá notablemente más brillante y sabroso.
Además, algunas amas de casa se conforman con el método habitual: añadir un poco de vinagre al freír las remolachas.
Calentamiento adecuado
Básicamente, todo el mundo intenta preparar más borscht para que siempre haya un plato sabroso y abundante en el frigorífico. Sin embargo, es importante recalentar la sopa adecuadamente.
Es importante tratar térmicamente sólo la parte de la sopa que se va a consumir. Con la ebullición repetida, incluso el borscht bien cocido inevitablemente perderá su color.