El caldo de pollo bien cocido es una base excelente para calentar sopas, salsas saladas, jaleas claras y muchos otros platos.
Y el caldo de carne a base de pollo en sí ya es un plato independiente.
Se puede servir con galletas saladas, tartas o adornar con mitades de huevo cocido cortado.
Desafortunadamente, a veces el caldo sale turbio y pierde su apariencia apetecible.
Algunos consejos de los chefs le permitirán lograr fácilmente el resultado deseado y cocinar un caldo de pollo claro.
Cómo hacer caldo de pollo dorado y cristalino
Los chefs experimentados recomiendan utilizar un cadáver de pollo entero para el caldo. Para 1 kg de carne de pollo necesitarás 5 litros de agua.
Retire todas las partes internas del pollo, retire la grasa y luego enjuague bien la carcasa con agua fría. Otro truco para conseguir un caldo de pollo tan puro como una lágrima es cocinarlo a fuego lento en forma de “burbuja”.
Qué especias y verduras agregar para darle sabor y aroma.
El caldo de pollo se complementa perfectamente con zanahorias, apio, cebollas y un par de champiñones. Todos los ingredientes enumerados se deben freír ligeramente con antelación en una sartén seca.
Los mejores condimentos para el caldo de carne son los granos de pimienta negra, el laurel, el perejil y el eneldo.
Y un secreto más: los condimentos y los aditivos vegetales se añaden estrictamente después de que el caldo haya hervido. Antes de esto hay que eliminar toda la espuma y el exceso de grasa.