Un plato de carne decora una mesa festiva y complementa una cena normal.
Sin embargo, no todas las amas de casa pueden presumir de saber cocinar la carne en gelatina perfecta.
Basta tener en cuenta algunos matices sencillos para que la próxima vez los invitados se queden sin aliento de alegría.
En los viejos tiempos, todas las amas de casa sabían cocinar carne en gelatina. La receta y la tecnología de cocción se han transmitido de generación en generación.
Con el tiempo, algunos procesos han cambiado y otros se han abandonado para ahorrar tiempo.
Por ejemplo, muchas amas de casa simplemente no cocinan la carne el tiempo suficiente. Sin embargo, el agua hierve fuertemente durante el proceso, lo que provoca la “saturación” del caldo.
Pero los errores no sólo se cometen durante la cocción. Cuando el plato ya está listo y es necesario congelarlo, aquí también se comete un error de cálculo.
Cuando se congela, la estructura de la carne en gelatina se altera y la comida pierde su sabor. Por tanto, no se puede dejar que el plato se congele en el frío.