Para preparar panqueques esponjosos y sin levadura para el desayuno, no necesitas ningún ingrediente especial.
Para hacer esto necesitas tomar:
- 250 g de kéfir;
- 1 huevo;
- 220-240 g de harina;
- 1 cucharada de azúcar;
- ¼ de cucharadita de sal;
- ¼ de cucharadita de refresco;
- Y, por supuesto, aceite vegetal para freír.
El principal secreto de esa “exuberancia” no está en el refresco, como muchos podrían pensar, sino en la temperatura de los ingredientes.
Primero, calienta el kéfir en la estufa o en el microondas. No es necesario hervirlo: una temperatura de unos 40 grados es suficiente. Si el producto cuaja un poco no pasa nada, basta con removerlo y volverá a quedar homogéneo.
Para calentar un huevo, basta con ponerlo en agua caliente durante unos minutos.
Una vez completada la preparación de los componentes, puedes comenzar a amasar la masa.
En un bol, combine el huevo, el azúcar y la sal y revuelva hasta que los ingredientes a granel se disuelvan. Luego agregue kéfir, mezcle y agregue suficiente harina hasta que la consistencia de la masa se parezca a una crema agria espesa.
Al final, agregue bicarbonato de sodio y revuelva hasta que se distribuya uniformemente.
Ahora puedes poner la sartén al fuego y verter el aceite. Cuando la grasa esté lo suficientemente caliente, empieza a freír.
A fuego medio, este proceso tomará aproximadamente un par de minutos por cada lado. Es mejor comer estos panqueques bien calientes: ahí es cuando saben mejor.