Al preparar caldo, muchas personas se enfrentan al problema de la saturación.
Las amas de casa lo resuelven de otra manera. Algunas personas mejoran el sabor con especias, otras añaden más carne. Sin embargo, la cuestión se resuelve de forma completamente diferente. Y esto es lo que debe hacer para esto.
Cómo cocinar el caldo correctamente.
El sabor del caldo depende en gran medida de las proporciones correctas. Y es importante saber cuánta agua echar en la cacerola en la que se prepara el caldo.
Debe cumplir con esta regla: 1,5 litros de agua por 1 kg de carne.
Además, preste atención a qué tipo de carne se incluye en el caldo. No tengas miedo de poner trozos fibrosos de carne en la sartén; no estropearán el plato, solo enriquecerán el caldo.
Para el caldo son adecuadas la carne de res, el pollo y el cerdo con hueso.
El caldo quedará rico si utilizas articulaciones y médula ósea.
Durante el proceso de cocción, los huesos y las venas liberan gelatina, lo que enriquece aún más el caldo.