El salmón rosado quedará más sabroso que en el mejor restaurante de pescado.
El plato no defraudará por su sequedad, suavidad y, lo más importante, se derretirá en la boca.
El secreto para cocinar salmón rosado es el tiempo. Es importante no cocinar demasiado el pescado en una sartén o en el horno, de lo contrario el plato quedará decepcionante.
Es importante captar el momento en que el pescado está frito o al horno. Faltar unos minutos significa que tendrás que poner salmón rosado seco sobre la mesa.
Para evitar estar parado sobre una sartén con un cronómetro, los chefs recomiendan freír los trozos por un lado.
Luego agrega un poco de agua y cocina un poco el pescado. En este caso, el plato te sorprenderá por su ternura y jugosidad.
Para evitar que el salmón rosado quede soso, la salsa holandesa te ayudará. Se prepara al baño maría.
Batir dos yemas de huevo con 150 g de mantequilla derretida. Agregue sal (1 g), jugo de limón (10 g), mostaza (10 g).
Batir los ingredientes hasta que espese. Es importante no cocinar demasiado la salsa al baño maría, de lo contrario las yemas se cuajarán.