Nunca puedes estar 100% seguro de nada, especialmente cuando se trata de productos alimenticios.
¿Está seguro de que los alimentos de su refrigerador son seguros? Y no se trata de términos y condiciones de almacenamiento.
Te contamos qué sustancias nocivas se pueden almacenar en los productos.

Productos nocivos
Los tomates enlatados contienen bisfenol A, que se filtra en los alimentos desde el revestimiento de las latas.
Esta sustancia química altera el equilibrio hormonal y provoca tumores.
El segundo enemigo es el queso procesado. Los fosfatos en su composición eliminan el calcio de los huesos y los nitritos se convierten en carcinógenos cuando se calientan.
Pero el producto más peligroso es el arroz. Sí, arroz blanco cocido normal.
Cuando se almacena en un lugar cálido, los hongos se multiplican y liberan aflatoxinas, sustancias 20 veces más peligrosas que el cianuro.
Guarde el arroz cocido en el refrigerador y enjuáguelo siempre hasta que el agua salga clara antes de cocinarlo.
Pero la lista no termina ahí.
Las patatas fritas contienen acrilamida, un carcinógeno que se forma cuando se fríe el almidón.
Y los refrescos dietéticos con aspartamo aumentan el riesgo de leucemia en un 42%. Reemplázalo por agua con limón o kvas natural.
Y no confíes en las etiquetas que dicen “sin azúcar”: la mayoría de las veces contienen edulcorantes sintéticos que alteran la microflora intestinal.
¿Y qué pasa con la carne?
La carne roja asada a la parrilla se recubre de aminas heterocíclicas que dañan el ADN.
Marínelo en aceite de oliva con romero: los antioxidantes reducirán el daño.
¡Y nunca comáis trozos quemados! La corteza negra es benzopireno puro, el mismo que se encuentra en el humo del cigarrillo.
Albricias
El brócoli, la cúrcuma y el té verde bloquean el crecimiento de las células cancerosas. Agréguelos a su dieta diariamente: incluso una taza de té al día reduce el riesgo de tumores en un 15%.