Los problemas de sueño, lamentablemente, no son tan infrecuentes.
La causa hay que buscarla en el estrés, la mala alimentación, los malos hábitos y otros factores.
Al mismo tiempo, la calidad de nuestro descanso nocturno afecta directamente a nuestro bienestar, estado de ánimo y productividad general.
Si quieres eliminar las barreras que se interponen entre tú y el reino de Morfeo, analiza con atención las siguientes bebidas.
Una de las bebidas más eficaces para mejorar el sueño es el jugo de cereza ácida, que contiene la hormona melatonina.
Según los resultados de un estudio en el que participaron adultos con insomnio, un vaso de este jugo, bebido antes del descanso nocturno, aumentó la duración del sueño en casi 1,5 horas.
Si por alguna razón tienes que dejar el jugo de cereza, intenta beber té de manzanilla antes de acostarte.
Es famoso por sus propiedades relajantes y sin duda será útil para las personas cuyo sueño puede describirse como inquieto.
La leche de almendras y de vaca también pueden ayudar a combatir el insomnio.
Ambas bebidas contienen triptófano, un aminoácido que promueve la producción de serotonina. Esto, a su vez, ayuda a iniciar el sueño.
Además, las almendras, con las que se elabora la leche de almendras, son ricas en magnesio y melatonina.
No te olvides de la “leche dorada”, una bebida hecha con leche tibia con cúrcuma, jengibre y miel. Esta bebida tiene propiedades antiinflamatorias debido a la curcumina y también tiene un efecto beneficioso sobre el sueño.
Por último, puedes incluir kéfir en tu dieta nocturna: una fuente natural de triptófano y probióticos que favorecen la salud intestinal.
