El dormitorio está envuelto en una variedad de secretos y mitos místicos. Los expertos aconsejan tener cuidado con los espejos, las plantas de interior y la ubicación de la zona de dormir.
Pero, por extraño que parezca, algunas advertencias no son infundadas, ya que es un sueño sano y profundo el que determina nuestro estado de ánimo, nuestro apetito y nuestro bienestar.
Existe la opinión de que es mejor no colocar el cabecero de la cama hacia la ventana. Y esto no es ficción.

Mitos
En la antigüedad, la gente creía que los espíritus malignos que vivían en una casa o cerca de una vivienda humana podían acechar a una persona en la ventana.
Por eso, según la creencia popular, en determinados días y horas es mejor no mirar por la ventana.
Y si duermes con la cabeza hacia la ventana, entonces muy pronto tu conciencia puede ser tomada por espíritus malignos.
Esto podría tener consecuencias impredecibles.
¿Y cómo es en realidad?
De hecho, sólo hay una razón real para cambiar la posición de la cama, y es la corriente de aire.
Una decisión mal pensada puede provocar un resfriado o dolor en el cuello y otras partes del cuerpo.
La situación será complicada si después de la ducha tienes que acostarte con el pelo todavía mojado.
Esto no sólo provocará un resfriado, sino que también afectará al estado de tu cabello.
Por eso, de vez en cuando conviene escuchar algunos consejos.