Si quedan patatas germinadas, algunas personas siguen comiéndolas. Sin embargo, pocas personas saben que comer patatas germinadas y arrugadas puede tener graves consecuencias para la salud.
¿Cuál es el peligro de esas patatas?
Las patatas contienen pequeñas cantidades de una toxina llamada solanina.
A medida que las patatas brotan, los niveles de solanina pueden aumentar significativamente, especialmente en zonas verdes y zonas arrugadas.
Y como sabes, la solanina es un compuesto peligroso que puede provocar intoxicaciones y muchos efectos secundarios.
Por ejemplo, después de comer este tipo de patatas, es posible que experimente dolor abdominal o vómitos.
Efectos negativos sobre el sistema digestivo.
Las patatas germinadas se vuelven más duras y amargas debido a la acumulación de solanina y otras sustancias tóxicas.
El consumo de una verdura de este tipo puede provocar irritación de la membrana mucosa del estómago y los intestinos, lo que puede provocar inflamación e incluso úlceras.
Mayor riesgo para el hígado.
La solanina que ingresa al cuerpo puede tener un efecto negativo sobre la función hepática.
El hígado es responsable de eliminar las toxinas del cuerpo, y los niveles elevados de solanina pueden ejercer más presión sobre este órgano, provocando que se estrese y funcione mal.
Posibles efectos negativos sobre el sistema nervioso.
La solanina también puede tener efectos negativos sobre el sistema nervioso, provocando dolores de cabeza, debilidad, depresión e incluso trastornos neurológicos con su uso prolongado y repetido.
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