Parece que no hay nada complicado en utilizar un cepillo de dientes o prevenir periódicamente enfermedades bucales.
Pero, según nuestra experiencia, muchas personas descuidan pequeñas pero muy importantes reglas o ejercicios que salvan la salud dental.
Hoy, 7 de abril, es el Día Mundial de la Salud. Ukleikina Eleonora cuenta cómo celebrarlo en beneficio de tus dientes.
cambiar el cepillo
La primera y más sencilla regla en la prevención de enfermedades bucales es cambiar periódicamente el cepillo de dientes. No debes utilizar el mismo durante varios meses.
Incluso si no hay signos de uso, como por ejemplo las cerdas desenredadas, este artículo de higiene debe cambiarse al menos una vez cada tres meses. Después de cualquier cirugía bucal, utilice inmediatamente un cepillo nuevo.
Si estás tratando gingivitis o periodontitis, cambia tu cepillo al menos una vez al mes. Algunos fabricantes escriben plazos en el embalaje: incluso si las cerdas tienen un aspecto "normal", con el tiempo pierden su elasticidad y realizan peor sus funciones.
Preste atención a los pinceles con marcador de color: cuando la capa de color especial de las cerdas se haya desgastado, se debe reemplazar el pincel.
Al comprar un cepillo de dientes eléctrico, considere inmediatamente comprar cabezales de repuesto. La experiencia demuestra que los asistentes eléctricos eliminan mejor la placa de los dientes, pero los cabezales de limpieza también deben cambiarse periódicamente.
No es necesario “regalar” ninguna pasta de dientes especial a tus dientes. Las pastas higiénicas de la misma marca se pueden utilizar durante mucho tiempo, no existe ninguna adicción especial a ellas.
Pero existen reglas para pastas con una composición más activa, por ejemplo, las pastas blanqueadoras no se pueden usar más de 2 a 3 veces al mes. Las pastas medicinales se suelen utilizar durante un mes.
Opción óptima: 4 meses de higiene + 1 mes de tratamiento y composición profiláctica. Pero aún así es recomendable que su médico personal le dé consejos sobre los medicamentos adecuados para usted.
Desinfectar
El enjuague regular con agua después de la limpieza no desinfecta el cepillo. Por lo tanto, debe almacenarse en posición vertical después de la limpieza, sin contacto con otros cepillos. Puedes dejar tu cepillo durante la noche en un vaso de enjuague bucal antiséptico si contiene un ingrediente activo que mate las bacterias, como la clorhexidina.
También puedes procesar cepillos en esterilizadores especiales. La desinfección debe realizarse al menos una vez por semana.
Concierte una cita para una limpieza y examen preventivo.
Debes visitar al dentista y hacerte una limpieza dental profesional al menos dos veces al año. Pero el desarrollo del proceso de caries se ve facilitado no sólo por la mala higiene y la regularidad insuficiente de las visitas al médico, sino también por ciertas características del cuerpo o la enfermedad.
Por ejemplo, la caries es provocada por la xerostomía: es un aumento de la viscosidad de la saliva o una reducción en su producción. Ocurre con enfermedades endocrinas como la diabetes, el estrés y algunas enfermedades del tracto gastrointestinal y los riñones.
La saliva realiza no solo una función digestiva, secretando enzimas, sino también protectora. Contiene sustancias antibacterianas que reducen la actividad de la microflora patógena en la boca y también participa en la formación y deglución del bolo alimenticio: las partículas de comida no permanecen en las encías ni alrededor de los dientes.
Si experimenta sequedad en la boca, consultar a un médico puede ayudar a identificar y tratar la afección subyacente. Pero esto también cuidará tus dientes.
Entre las causas no evidentes de caries que conviene vigilar se encuentran la deficiencia de flúor, calcio y fósforo.
Hay dos formas de corregir los trastornos del metabolismo mineral: incluir en la alimentación alimentos ricos en estos elementos, tomar complejos vitamínicos y minerales prescritos por el médico y realizar fluoración mediante pastas especiales o realizando procedimientos físicos con aplicaciones.
Concierte una cita con un ortodoncista
La mordida anormal o los dientes apiñados afectan el desarrollo de una serie de enfermedades: desde caries y mayor desgaste de los dientes hasta enfermedades del tracto otorrinolaringológico y gastrointestinal, e incluso provocan la pérdida prematura de los dientes. Y es imposible corregir la mordida sin la intervención de un ortodoncista.
El médico puede prescribir ejercicios para prevenir la maloclusión. Por ejemplo, con una mordida profunda, es necesario empujar con fuerza la mandíbula inferior hacia adelante, de pie con las manos detrás de la espalda, y en un ejercicio de mordida mesial, debe colocar el labio inferior debajo de los dientes superiores.
Pero realizar algunos movimientos sin prescripción médica sólo puede agravar los problemas, por ejemplo, afectar el funcionamiento de la articulación temporomandibular.
No es necesario eliminar por completo los ejercicios del arsenal del tratamiento de ortodoncia, pero este es un método exclusivamente auxiliar que funciona en niños cuyo sistema dental aún está en desarrollo o junto con el uso de aparatos ortopédicos o alineadores.
Pero no debes elegirlo como alternativa a los brackets, por ejemplo, porque te parecen feos. El método de corrección puede ser eficaz y al mismo tiempo estéticamente agradable: los alineadores (alineadores de ortodoncia transparentes) hacen frente a la mayoría de las maloclusiones y son invisibles en la boca.
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