Salir de la “zona de confort” siempre resulta estresante para el organismo.
Esta afirmación también se aplica a los cambios en la dieta y la nutrición de una persona.
En caso de estrés, aumenta el nivel de la hormona del estrés cortisol en el cuerpo, que regula el metabolismo y también es responsable del buen sueño, dice Olga Leshan .
Cuando aumentan los niveles de cortisol, una persona se vuelve irritable, sufre de insomnio y también se vuelve más difícil perder kilos de más.
Por regla general, a la hora de normalizar nuestra dieta, intentamos limitarnos de alguna forma, lo que provoca estrés. Dichas restricciones incluyen las siguientes.
1. En primer lugar está el rechazo categórico de determinados alimentos, por ejemplo, los dulces y la harina. Si nos prohibimos algo, esto sin duda provocará una protesta de nuestro subconsciente.
Recomendación: no te prohíbas comer ningún alimento específico, sobre todo porque los dulces o alimentos con almidón no están contraindicados en pequeñas cantidades. Vale la pena elegir productos de calidad y escuchar tus sentimientos. Intente cambiar a una alimentación consciente.
2. La segunda restricción más común es la dieta, es decir, no comer después de las 18:00 horas. Esta afirmación carece de fundamento, especialmente en el ritmo de vida moderno.
Recomendación: no conviene acostarse con el estómago lleno, pero tampoco se recomienda pasar hambre, ya que no podrás conciliar el sueño durante mucho tiempo, lo que además supone un estrés para el organismo. Se recomienda una cena ligera aproximadamente dos horas antes de acostarse (la hora del día no influye), y antes de acostarse se puede beber una decocción de hierbas calmante (si no tiene contraindicaciones).
Además de reducir el estrés, en el proceso de normalización de la nutrición se puede recomendar lo siguiente:
- trate de diversificar su dieta, introduzca nuevos productos en su dieta al menos una vez a la semana, elija frutas, verduras, cereales, legumbres, bayas, hierbas, productos lácteos en su forma natural, pruebe una variedad de opciones para su preparación;
- no te fuerces, por ejemplo, si no puedes comer avena, no lo hagas;
- sirva sus platos maravillosamente, incluso si nadie los ve, obtenga placer estético de la comida;
- Practica tus pasatiempos favoritos, esto te dará dos efectos positivos a la vez: recibirás una carga de emociones positivas y tampoco comerás por aburrimiento.
Por lo tanto, recomiendo no concentrarse en la comida, obtener más emociones positivas, escuchar a su cuerpo y luego podrá volver a la normalidad fácilmente y sin estrés.
Anteriormente te contamos cómo mantener una sonrisa blanca como la nieve a cualquier edad.