Al preparar papilla, la mayoría de la gente se atreve a taparla, sin siquiera pensar en las consecuencias negativas que pueden manifestarse. Por lo tanto, vale la pena averiguar en qué casos no se debe tapar la papilla.
Cocinar avena y sémola.
Uno de los principales momentos en los que es mejor no tapar la papilla es a la hora de cocinarla para conseguir la textura ideal.
Algunos cereales, como la avena o la sémola, tienden a hervir y cocinarse demasiado rápido con la tapa puesta, lo que puede provocar una cocción excesiva y pérdida de textura.
Control sobre la coherencia
La cocción al aire libre de papillas permite controlar mejor su consistencia.
Siéntase libre de agregar agua o leche según sea necesario para lograr el espesor y la textura deseados, lo que puede no siempre ser posible si la sartén está tapada.
Menos posibilidades de que la papilla se cocine demasiado
Algunas gachas, especialmente el trigo sarraceno y la cebada, pueden empaparse fácilmente si se cuecen a fuego lento durante mucho tiempo bajo una tapa.
El objetivo es que cada persona pueda controlar el proceso de cocción y realizar cambios oportunos si es necesario.
Riesgo reducido de pegarse
Cuando las gachas se cocinan tapadas, existe el riesgo de que el fondo de la sartén se pegue. Eso sí, si está abierto, es más fácil revolver la papilla y controlar su estado.
Cosas para recordar
Es importante recordar que cada tipo de papilla requiere su propio enfoque.
Es mejor cocinar algunos cereales a fuego lento tapados para retener la humedad y acelerar el proceso de cocción, mientras que otros requieren una cocción abierta para lograr la textura y el sabor ideales.
Anteriormente te contamos qué hay que añadir al agua para evitar que la pasta se pegue .