Cuando se trata de dieta, la palabra a veces puede estar cargada de expectativas y estrés.
Sin embargo, centrémonos no en la palabra “dieta”, sino en el concepto de alimentación saludable como guía para nuestro organismo.
Primera regla: evitar soluciones extremas. Las tendencias nutricionales de moda pueden ser insidiosas: parecen ayudar, pero en la práctica te hacen sentir cansado y decepcionado.
La nutricionista Veronica Khovanskaya contó cómo no perder el control durante una dieta: consejos.
Segundo: centrarse en cambiar hábitos, no en una “dieta”. Incorporar una alimentación saludable a tu vida es un plan a largo plazo, no una forma rápida de perder algunos kilos en una semana.
No te olvides de la moderación. Controlar demasiado la dieta puede provocar estrés y tensión excesiva.
Y lo más importante: una dieta no es una prisión. Las frutas prohibidas a veces resultan especialmente atractivas. Permítase placeres moderados; estos respaldarán su compromiso a largo plazo con un estilo de vida saludable.
En última instancia, siempre que sientas que has cometido un desliz, recuerda: mañana es un nuevo día. No caigas en la autorecriminación, simplemente continúa tu camino hacia la salud.
Anteriormente hablamos de cómo se puede mejorar la digestión .