¿Has oído que la mantequilla es más saludable que la margarina y debería incluirse en tu dieta diaria?
Descubre qué es realmente el aceite y cómo afecta a tu salud. Gran parte de esta información puede sorprenderle.
que es el petroleo
La mantequilla es una grasa natural de origen natural. Se elabora a partir de nata, normalmente mediante el proceso de batido, es decir. separar la grasa de la leche de vaca. Entonces es un producto animal.
El aceite tiene un color crema característico o amarillo claro y un sabor agradable y delicado. Un producto etiquetado como "mantequilla" destinado a la venta debe contener al menos un 82% de grasa láctea.
Además, el producto contiene aproximadamente un diez por ciento de agua y aproximadamente un 2% de ingredientes sólidos sin grasa.
¿Qué nutrientes contiene la mantequilla?
El aceite proporciona, ante todo, una gran dosis de energía: 100 g del producto contienen hasta 740 kcal. Es una fuente de pequeñas cantidades de vitaminas liposolubles, es decir, A, D, E y K, y minerales como calcio, magnesio y zinc. También contiene lecitina, que favorece la memoria y la concentración.
La mantequilla contiene ácidos grasos saturados y grasas trans.
Las llamadas grasas trans, o más bien isómeros trans, se encuentran de forma natural en productos procedentes de animales rumiantes, es decir, de las vacas. Esto significa que se pueden encontrar en la nata, la leche, la carne de res y también en la mantequilla. Este último producto también contiene más del 50% de grasas saturadas. La presencia de ambos componentes puede ser perjudicial para la salud: aumentan el riesgo de desarrollar aterosclerosis, una enfermedad a menudo llamada el "asesino silencioso".
La OMS recomienda que la cantidad máxima de isómeros trans en la dieta sea del 1% del aporte energético, mientras que el Instituto de Alimentación y Nutrición recomienda mantener la ingesta de estas sustancias lo más baja posible.
Por este motivo, cada vez más personas eliminan la mantequilla de su dieta diaria y optan en su lugar por margarinas ricas en esteroles vegetales.
Se trata de sustancias que ayudan a reducir el colesterol LDL entre un 7 y un 10 % en 2 o 3 semanas con una ingesta diaria de 1,5 a 2,4 g en combinación con una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.
La mantequilla no es apta para freír.
¿Has frito alguna vez en aceite? Este es un grave error. Esta grasa tiene un umbral de humo relativamente bajo, alrededor de 100°C. Mientras tanto, la temperatura en la sartén es mucho más alta. Y esto lleva al hecho de que el aceite se quema rápidamente, liberando sustancias nocivas que pueden incluso contribuir al desarrollo del cáncer.
Por eso, en este proceso conviene sustituir la mantequilla por una grasa vegetal más saludable, como el aceite de colza. Tampoco se recomienda el uso de aceite para hornear, ya que la temperatura de horneado también supera considerablemente los 100°C.
La mantequilla contiene lactosa.
El contenido de lactosa de la mantequilla no es un problema para la mayoría de las personas. Sin embargo, hay quienes luchan contra la intolerancia a este disacárido.
Después de consumir grasa láctea, pueden experimentar síntomas digestivos desagradables como hinchazón, malestar, dolor abdominal, diarrea o vómitos. Por lo tanto, si padece esta enfermedad, también es mejor evitar la mantequilla, a menos que no contenga lactosa.
¿Debería eliminarse por completo la mantequilla de la dieta o no?
No hay una respuesta clara a esta pregunta. Si eres una persona sana y no sufres, por ejemplo, de colesterol alto o problemas similares, una pequeña cantidad de mantequilla no debería hacerte daño. Si lo esparces en una capa fina, como una porción por día, las grasas saturadas o trans que contiene no representarán una amenaza grave.
Sin embargo, dado que existen alternativas más saludables a esta grasa, vale la pena considerar tomar decisiones que sean buenas para su cuerpo. Reemplazar la mantequilla por margarina puede ser uno de los elementos importantes para mantener niveles normales de colesterol en sangre y así prolongar la vida.
También hay otros beneficios para la salud a considerar, incluido el ejercicio regular de intensidad moderada o la inclusión de muchas frutas y verduras en su dieta diaria. Una nutrición razonable combinada con actividad física es la clave para una buena salud.