Una persona necesita dormir lo suficiente para que su cuerpo se recupere y funcione normalmente, y sea más resistente a las enfermedades, el estrés, etc.
La calidad del sueño también afecta la actividad cerebral. Pero no todas las personas cuyas actividades están relacionadas específicamente con la memorización y el estudio pueden dormir lo suficiente. En primer lugar, estamos hablando de estudiantes que sacrifican el sueño antes de la sesión.
Los científicos estadounidenses entregaron a los estudiantes voluntarios rastreadores que registraban la duración y la calidad del sueño.
Los médicos recomendaron dormir entre 8 y 10 horas.
Los estudiantes de primer año del estudio durmieron mucho menos de la cantidad recomendada. De media, dedicaron unas 6,5 horas a esto. Pero las notas al final del semestre seguían siendo bastante altas.
Sin embargo, si una persona descuidaba su salud y dormía menos de 6 horas, esto afectaba negativamente no solo su condición, sino también su rendimiento académico.
Como resultado, los científicos observaron que cuanto más dormían los estudiantes, mejores eran sus calificaciones finales.
Los hallazgos aparecieron en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.