¿Te preocupas por cada pequeña cosa? ¿Te gusta castigarte por problemas potenciales?
¡Esto es muy malo! Este comportamiento no contribuye particularmente a la solución de problemas, pero no tiene el mejor efecto sobre el bienestar físico y moral.
Afortunadamente, existe un truco psicológico muy interesante que permite a una persona deshacerse rápidamente de la ansiedad.
Por lo tanto, las experiencias deben ser... “pospuestas”.
¿Empezaste a preocuparte por algo trivial? Simplemente repítete algo como esto: “Lo pensaré mañana. Hoy descansaré y me relajaré”.
Incluso puedes configurarte así: “Empezaré a preocuparme a las 18:00. Ahora necesitas calmarte y olvidarte de tus problemas por un tiempo. Entonces... ¡Uno! ¡Dos! ¡Tres!"
A primera vista, el método es demasiado simple e incluso primitivo. ¡Pero funciona!
Date el derecho de "posponer" tus preocupaciones y la vida te resultará mucho más fácil.
Hay un punto muy interesante: si una persona logró distraerse y calmarse, es posible que en el futuro ni siquiera recuerde los problemas. Con el tiempo, la ansiedad desaparecerá por completo.
Y si no puede olvidarse por completo de las dificultades, puede reservar un "tiempo para preocuparse" especial: es mejor preocuparse 2 horas al día que estar todo el tiempo en un estado de estrés.