A la mayoría de los niños (es decir, a la mayoría, a todos) les encanta correr, saltar y jugar juegos al aire libre.
Sin embargo, estas actividades no pueden reemplazar los ejercicios matutinos.
Tiene varias ventajas: los ejercicios se realizan regularmente y entrenan todos los grupos de músculos, y con el tiempo, cuando comienzan a funcionar bien, el niño comienza a sentirse seguro de sí mismo y recibe motivación, lo que lo estimula a nuevos logros.
Como dicen, nunca es demasiado pronto para incluir el ejercicio en tu rutina diaria.
Los niños de 3 a 5 años pueden dedicar de 5 a 7 minutos al día a esta actividad. A la edad de seis años, este tiempo debe aumentarse a 10-15 minutos.
Contrariamente a la creencia popular, el ejercicio se puede hacer no sólo por la mañana, sino también a mitad del día: un pequeño calentamiento será beneficioso después de dibujar, leer u otras actividades que requieran estar sentado durante mucho tiempo.
Los ejercicios clásicos para niños no son interesantes: si quieres iniciarlos en el ejercicio, inventa una trama general de cuento de hadas o una historia separada para cada ejercicio.
Por ejemplo, invita a tu bebé a convertirse en un oso que recoge piñas y hace flexiones con ellas, o en un conejito que se esconde debajo de un arbusto para hacer sentadillas.
Para los niños mayores en edad preescolar, el resultado es interesante: quieren aprender a saltar la cuerda 10 veces sin parar o lanzar una pelota con precisión a una canasta de baloncesto, por lo que su tarea es alentar incluso los pequeños éxitos y elogiar al niño.