Quizás ya sepas que durante el proceso de cocción su contenido calórico puede aumentar o, por el contrario, disminuir.
Por eso sucede esto.
Una sola cucharada de aceite aumenta el valor energético inicial en unas 90 kcal. En este sentido, las patatas al horno y fritas se diferenciarán en contenido calórico.
100 gramos de azúcar contienen unas 362 kcal, por lo que no es de extrañar que el contenido calórico total de un plato o bebida aumente después de añadirle edulcorante.
En cuanto a especias y condimentos, aquí tienes algunos ejemplos: la vainilla tiene 287 kcal, la cúrcuma tiene 325 kcal y el cilantro molido tiene 216 kcal. Todas las cifras se dan por 100 gramos de producto.
Los paquetes de pasta, legumbres y cereales indican el número de calorías contenidas en 100 gramos del producto en forma seca.
Sin embargo, después de cocinarlos, estos productos absorben agua y se hinchan. Esto hace que aumenten de volumen, lo que significa que se reduce el valor nutricional de la ración.
Por otro lado, el valor energético de los tubérculos ricos en almidón aumenta cuando se cocinan, aproximadamente un 30%.
Estos cambios no son críticos, pero vale la pena considerarlos, especialmente si estos alimentos ocupan un lugar importante en su dieta.