Muchas personas no pueden resistirse a los alimentos grasos, salados y dulces, ya que estas categorías de productos son muy sabrosas y atractivas.
Sin embargo, conviene recordar que son ellos quienes provocan el aumento de peso y los problemas de salud.
Los expertos señalan que un deseo repentino de disfrutar de ciertos alimentos indica que el cuerpo carece de nutrientes especiales. Por lo tanto, puedes sustituir la comida chatarra por otras saludables.
Muchos se sorprenderán de que cuando queremos comer alimentos grasos, la mayoría de las veces nos falta calcio. Por eso, en lugar de un trozo de carne frita o ensalada de mayonesa, conviene comer una ración de semillas de sésamo, una pequeña cantidad de queso o brócoli al vapor.
En este caso, debes entender que el cuerpo no tiene suficiente magnesio. La solución más razonable es hervir una porción de trigo sarraceno.
Puedes darte un capricho con una ración de uvas, pero no debes dejarte llevar por ellas a la hora de adelgazar. Las nueces también pueden considerarse una fuente de magnesio.
Muy a menudo, el deseo de comer alimentos salados indica que se debe prestar atención a los cloruros, de los que claramente faltan.
Por eso, conviene introducir en tu dieta diferentes tipos de pescado, lácteos y frutos secos.
Anteriormente hablamos de cómo las patatas fritas pueden ser perjudiciales .