Desde la antigüedad, el pan se consideraba lo principal en la mesa. Pero los científicos modernos dicen que además de los beneficios, el producto también causa daño al cuerpo.
Hoy en día, muchos ciudadanos están interesados en ideas sobre un estilo de vida y una nutrición saludables, controlan su salud y rechazan los productos nocivos. Para algunas personas esto puede ser pan.
En primer lugar, el pan puede provocar un aumento de los niveles de colesterol en sangre.
En segundo lugar, se puede desarrollar resistencia a la insulina si se abusa del producto.
En tercer lugar, como cualquier producto horneado, el pan puede provocar un aumento excesivo de peso, lo que se asocia con diabetes, obesidad y enfermedades cardíacas y vasculares.
Incluso para una persona sana, el pan sigue siendo útil sólo si se cumple con la ingesta diaria de calorías.
Es importante tener en cuenta la edad y el sexo, el peso y la altura, así como el estilo de vida y el nivel de actividad.
El pan en sí es una fuente de carbohidratos, es decir, carga el cuerpo de energía.
Pero es importante que la dieta sea equilibrada y, si es posible, se debe evitar comer pan después de las 16-17 horas.
Si llevas un estilo de vida activo, puedes comer de forma segura entre 2 y 3 rebanadas de pan al día.
Mucha gente piensa que se trata de pan sin levadura. Este pan se amasa con masa madre natural y contiene magnesio y manganeso, hierro y cobre, fósforo y selenio, sodio, hidratos de carbono, omega-9.
Pero el consumo excesivo de cualquier pan es perjudicial para la salud.
Se recomienda a los pacientes diagnosticados con diabetes que consuman pan integral y sólo con moderación.
Y con las enfermedades gastrointestinales crónicas, el pan puede aumentar los síntomas de la enfermedad, por lo que hay que tener mucho cuidado.
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