El desayuno debe saturar el cuerpo humano de energía durante la primera mitad del día. No hay ningún problema especial si surge la necesidad de un breve refrigerio.
Pero cuando los pensamientos sobre la comida te persiguen una hora después del desayuno, es evidente que por la mañana comiste algo mal.
Ahora el problema número uno de la humanidad es la deficiencia de proteínas. Por eso el desayuno debe contener proteínas: huevos, pescado graso, marisco y espinacas”, dijo la nutricionista Regina Akhunyanova en una entrevista con el doctor Peter.
Además de las proteínas, se debe incluir fibra en la dieta matutina y se debe reducir la cantidad de carbohidratos simples.
Puedes superar la sensación de hambre si desayunas trigo sarraceno u otros cereales, o pan integral.
Todos estos son carbohidratos complejos que garantizan una sensación de saciedad durante 3-4 horas.
En este sentido, la avena con agua aportará el menor beneficio al organismo.
El pan integral, las verduras, las hierbas, los huevos o el pescado afrontarán mucho mejor esta tarea.
Si las porciones son de 300 a 400 g (para mujeres) y de 400 a 600 g (para hombres), entonces puedes perder entre 3 y 4 kg por semana.
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