En primavera, no puedes relajarte, incluso si la nieve se ha derretido y los cogollos se han hinchado. El clima cambiante y un cuerpo debilitado son terreno fértil para infecciones y otros bacilos.
Para evitar enfermarse en este momento, es necesario reconsiderar su dieta y compensar la falta de vitaminas.
Te contamos cómo es una dieta primaveral y qué vitaminas necesita el organismo en esta época.
Sin él, el sistema inmunológico lo pasa mal. Pero los cítricos no son la única fuente de vitaminas.
Asegúrese de incluir en su dieta pimientos morrones frescos, perejil, coles de Bruselas, kiwi, así como escaramujos y grosellas.
A principios de la primavera no hay tanto sol como para que el cuerpo empiece a producir la norma por sí solo.
Por ello, incluimos en la carta pescados y mariscos grasos, huevos y lácteos, setas, hígado y aves.
Sin él, tus niveles hormonales y de colesterol serán malos. Las semillas de girasol y aceite vegetal, el brócoli, los espárragos, las espinacas y el aguacate, los camarones y el pescado ayudarán a reponer el aporte de vitaminas.
Es principalmente necesario para la visión y el sistema inmunológico, así como para la salud de los dientes, el cabello y la piel.
Hay mucho en las zanahorias, el repollo, la calabaza, las espinacas y los orejones, el hígado y los pescados grasos, en la leche, el requesón y la mantequilla, así como en los huevos de gallina.
Más precisamente, las vitaminas B son necesarias para el metabolismo de los carbohidratos y sin ellas es difícil mantener la capacidad de trabajo.
Consuma cereales integrales y productos lácteos, huevos de gallina, hígado, carne y pescado, frutos secos, verduras y legumbres.
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