A pesar de que la comida rápida se asocia exclusivamente con algo graso y poco saludable, en cualquier restaurante de comida rápida puedes encontrar algo bajo en calorías que probablemente no perjudique tu figura.
Examine el menú para ver pechugas o muslos de pollo a la parrilla. Puedes reducir la cantidad de grasa en este plato quitando la piel del pollo.
Pida verduras frescas o asadas como guarnición.
Por supuesto, no cualquier hamburguesa es apta para un snack “dietético”, sino aquella cocinada al fuego. Si es posible, también conviene evitar las salsas en la composición.
Contendrá mucha menos grasa, lo que significa que podrás cenar un delicioso panecillo con una chuleta jugosa y verduras frescas sin remordimientos de conciencia.
A pesar de que los panecillos, el sushi y el sashimi contienen un poco más de carbohidratos de lo que recomiendan los nutricionistas (principalmente debido al arroz blanco hervido en la composición), no se les puede considerar demasiado ricos en calorías.