Las verduras al horno son deliciosas y nutritivas, pero es necesario cocinarlas adecuadamente para lograrlo.
Sin embargo, no todas las amas de casa consiguen preparar este plato aparentemente sencillo.
La experta de la publicación online "BelNovosti", Yulia Arkhipova, cocinera y panadera de cuarta clase, nos cuenta qué errores pueden arruinar un plato.
Es importante que las verduras se cocinen de manera uniforme. Pero si las piezas son de diferentes tamaños y grosores, algunas porciones pueden secarse mientras otras quedan crudas.
Lo mejor es hornear pimientos, tomates, berenjenas y otras verduras en un recipiente de vidrio (cerámica) o sobre papel pergamino.
Una gran cantidad de verduras en un recipiente hermético dará como resultado que la comida se cocine a fuego lento en lugar de hornearse.
Lo ideal es colocar los espacios en blanco en una sola capa a poca distancia unos de otros.
No todas las verduras liberan jugo cuando se calientan. Por lo tanto, su preparación implica el uso de aceite.
Esto se aplica a las patatas, berenjenas y zanahorias. Puedes utilizar aceite vegetal o mantequilla.
Los mejores resultados se pueden conseguir horneando las verduras en un horno precalentado a 180-200 grados centígrados.
Si cocinas a 160-170 grados, podrás cocinar verduras más blandas, pero acuosas.
Temperaturas superiores a 220 grados harán que los alimentos se quemen por fuera y queden crudos por dentro.
Tampoco se recomienda mezclar verduras con frecuencia ni cocinar distintos tipos de verduras juntas a la vez.