La carne asada es un plato abundante y sabroso que puede formar parte de un abundante almuerzo o de una abundante cena.
Cuando se trata de carne, cualquier ama de casa intenta dar el 100% para no estropear el caro producto.
Después de todo, para freír se acostumbra utilizar carne de alta calidad, que cuesta bastante. Por eso, existen varios trucos que ayudarán a que el plato sea más delicioso y saludable.
La mayoría de las veces nos centramos en hacer que el plato quede suave y jugoso, olvidando que el exceso de grasa también estropeará el producto.
Es para reducir la cantidad de grasa que las amas de casa experimentadas ponen un trozo de pan en una sartén justo durante el tratamiento térmico de la carne.
El producto comenzará a absorber una gran cantidad de aceite caliente, que de otro modo “impregnaría” la carne.
Como resultado, el plato resulta mucho más tierno y refinado. Si no le gustan los alimentos demasiado grasos, este método definitivamente le resultará útil.
Es mejor coger el pan de ayer para que tenga tiempo de secarse un poco.