Hay muchas formas de cocinar berenjenas, de las cuales asarlas a la parrilla es quizás la más exitosa.
Lo que pasa es que en una barbacoa normal o en una parrilla eléctrica no es necesario verter una gran cantidad de aceite, lo que significa que las berenjenas quedarán no tan grasosas y, sin duda, muy sabrosas.
Sin embargo, preparar verduras de esta manera puede presentar algunas dificultades, de las que hablaremos en este artículo.
Entonces, si las verduras se eligieron incorrectamente (son demasiado grandes o demasiado maduras), la guarnición resultante puede tener un sabor amargo. Desafortunadamente, no podrás deshacerte de este sabor con salsa o adobo.
Además, a menudo sucede que las berenjenas grandes tienen un núcleo leñoso en su interior. Por mucho que lo intentes, no podrás freírlo.
Está claro que la solución a todos estos problemas pasa por elegir las verduras adecuadas.
Las berenjenas destinadas a la parrilla deben ser pequeñas y tener una piel fina y suave. Puede ser blanco o pintado en un tono violeta o casi negro; este momento no es importante.
Pero debe negarse a utilizar frutas en cuya superficie se hayan encontrado abolladuras o manchas, lugares secos o áreas podridas.