A muchas amas de casa les gusta el caldo de pollo por su facilidad de preparación, pero puede tener un serio inconveniente: el sabor es demasiado débil.
Además, en ocasiones el color del caldo deja mucho que desear.
Pero con cinco sencillos trucos podrás hacer que tu base de sopa luzca increíble.
La principal queja sobre el caldo de pollo es que es "simple", por lo que es necesario agregar un poco de profundidad al sabor. Para ello, es necesario poner algunos de los huesos en una sartén o en el horno.
El sabor será increíble.
Todo el mundo sabe que es necesario añadir una cebolla entera al caldo. Pero no todo el mundo sabe que es mejor dejar las cáscaras. Esto le da a la base de la sopa un tono llamativo.
Este componente rara vez se agrega al caldo, pero gracias a la harina resultará más rico, denso y sabroso. El componente debe freírse por separado, diluirse en una pequeña cantidad de base de sopa y solo luego agregarse al caldo.
A veces las amas de casa intentan agregar más verduras, especias y otros ingredientes al caldo de pollo. Como resultado, el sabor deja mucho que desear.
Por eso, limítate a zanahorias, cebollas y hojas de laurel con una pequeña cantidad de pimiento.
Mucha gente quiere cocinar el caldo más rápido, pero en este caso el sabor se vuelve muy mediocre. Entonces, después de quitar la espuma, mantén el fuego al mínimo.