Cada cocinero tiene sus propias técnicas y métodos para freír patatas, pero existen ciertas reglas sin las cuales no conseguirás un plato con una corteza dorada y crujiente.
Hay muchas razones por las que las patatas fritas se convierten en puré de patatas. Por ejemplo, uno de ellos está relacionado con la mantequilla.
Muchos cocineros prefieren agregar mantequilla para obtener un sabor más delicado y un aroma especial. Pero este producto no te permitirá preparar un plato crujiente y dorado.
En este caso, el tubérculo quedará suave, como si estuviera hervido. Por lo tanto, los cocineros experimentados no recomiendan agregar mantequilla ni antes de freír ni durante el proceso de fritura. Pero hay otra opción.
La mantequilla afecta la consistencia de las patatas. Contiene demasiada humedad, lo que ablanda la verdura.
Por lo tanto, la mantequilla se agrega solo al final, cuando ya queda una costra apetitosa y se apaga el fuego. El producto se coloca encima de las patatas; en unos minutos se derretirá y añadirá sabor.
Para obtener una costra, primero espolvorea sal en la sartén, vierte el aceite y caliéntalo bien, y luego agrega las papas picadas.
La sartén no está cubierta con tapa. Lo ideal es darle la vuelta no más de 5 veces. Por cuarta vez, agregue la cebolla o el ajo. Casi al final, las patatas se espolvorean con especias.