El caldo de pollo es versátil. Se puede consumir como plato independiente, añadirlo a guisados de verduras o cocinarlo en sopas a base de él.
Sin embargo, preparar un caldo sabroso, aromático, rico y claro no es fácil.
Hay muchas sutilezas que muchos ni siquiera conocen.
El caldo nunca quedará realmente sabroso en la parrilla. Estos pollos se crían para obtener una carne tierna y suave.
Estas razas de pollos acumulan carne durante varios meses, estando en condiciones sedentarias. No desarrollan tejido muscular completo y sus huesos son demasiado blandos.
Y para el caldo es importante la grasa que puede aportar la carne, la grasa y los huesos reales. Por lo tanto, conviene comprar una gallina ponedora vieja para el caldo. Sus cadáveres parecen delgados y el producto en sí pertenece al segundo grado. Sin embargo, esta es la mejor opción para el caldo.
La peculiaridad del caldo radica en su larga cocción, durante la cual la carne y los huesos liberan su jugo al agua, haciéndolo nutritivo, sabroso y dándole un color dorado. La carne de asador se desmoronará después de 40 minutos, pero una gallina ponedora adulta se cocinará durante más de una hora.
¿Cómo decir la hora? Si la carne se desprende fácilmente del hueso, está lista. Una canal entera tarda más en cocinarse que una canal cortada en trozos.
1. Por 1 kg de carne, tomar 2-2,5 litros de agua.
2. Se sumerge la carne en agua fría y se lleva a ebullición.
3. Es necesario agregar sal al comienzo de la cocción, ya que la sal ayuda a que la carne libere los jugos. Esto enriquecerá el caldo.
4. Retire la espuma. Comenzará a asentarse con el tiempo, enturbiando el líquido. La espuma no tiene nada de malo, es solo proteína. Pero si no lo quitas, puedes olvidarte del hermoso líquido transparente. Pero este es un rasgo característico del caldo.
5. Las cáscaras de cebolla le dan al plato un color dorado y un aroma sutil. Por eso los chefs siempre ponen una cebolla sin pelar con la carne.
6. Las verduras le dan al caldo un sabor y aroma especiales. Pero para evitar que las hojas de perejil, eneldo y apio se deshagan durante la cocción y estropeen el caldo, se colocan en un capullo de gasa o se envuelven en hojas de puerro atadas con hilo. Entonces solo necesitas quitar las verduras.
7. Para darle color, sabor y aroma, es necesario poner en la sartén un par de trozos de zanahoria, raíz de apio y chirivías.
Estas sutilezas te ayudarán a crear el caldo de pollo perfecto. Y para espesarla se le puede añadir un poco de gelatina, que primero hay que remojar y derretir al baño maría.