Los panqueques tiernos y esponjosos con crema agria, mermelada o leche condensada son una excelente opción para la merienda o el desayuno. No sólo a los niños, sino también a los adultos les encantará esta delicia.
Pero, ¿cómo se puede mejorar la receta de un plato para que nadie quede indiferente?
La respuesta es sencilla. Los cocineros experimentados señalan que es importante recordar solo tres reglas de cocina simples, que muchas personas suelen olvidar rápidamente.
Todos los componentes deben retirarse del frigorífico con antelación. El kéfir debe estar a temperatura ambiente, pero lo ideal es que esté tibio (unos 40 grados).
No mezcle inmediatamente kéfir con refresco. El componente a granel debe mezclarse con la masa terminada.
Una vez mezclada la masa, no hay necesidad de apresurarse e inmediatamente proceder al proceso de freír los panqueques. El hecho es que la masa resultante debe reposar durante unos 10 minutos. En este momento, no debes revolver la masa, de lo contrario será fácil romper su estructura.