Muchos cocineros prefieren hervir el pescado en lugar de freírlo.
Un plato procesado de esta forma resulta mucho más saludable. Pero, lamentablemente, no siempre es más sabroso.
Como resultado de la cocción, el pescado puede resultar duro e insípido. Y a veces tiene un sabor muy desagradable (especialmente si había pescado de río en el agua hirviendo).
Sin embargo, mejorar la consistencia de la comida y la aparición de un aroma agradable son resultados bastante alcanzables si se utiliza un ingrediente adicional.
La leche acudirá en ayuda del cocinero. Es esta bebida popular la que “quita” al pescado todos los sabores innecesarios.
Además, cocinar en agua con “leche” garantiza que el plato quedará suave e increíblemente tierno.
Vierte medio vaso de leche en la sartén. O 100-125 mililitros de bebida.
Este volumen será suficiente para ablandar el pescado y eliminar el olor desagradable de la comida.
El resultado será un plato que atraerá tanto a adultos como a niños, gourmets y personas a dieta.