Muchos cocineros se esfuerzan por preparar un caldo sabroso, rico y claro, pero por un error el resultado final es decepcionante.
Las amas de casa utilizan varios trucos: añaden más carne, experimentan con especias, quitan la espuma.
Sin embargo, el secreto del plato perfecto es sencillo. Sólo hay que recordar algunos matices sencillos.
Los cocineros experimentados no recomiendan llenar la sartén hasta el borde. El secreto es utilizar una cantidad moderada: por 1 kg de carne, tome 1,5 litros de agua.
Las partes fibrosas y duras que no son aptas para guisos harán el caldo perfecto. Los expertos aconsejan tomar carne (ternera, cerdo, pollo) con hueso.
El secreto de un delicioso plato caliente reside en el colágeno, que se libera de los huesos, tendones y cartílagos durante la cocción.
Por lo tanto, para obtener un caldo verdaderamente rico es necesario utilizar articulaciones, venas y médula ósea.