Cómo freír semillas para que queden sabrosas: añade sal y azúcar

24.01.2023 10:10

Existen muchas recetas para freír semillas, pero la opción con azúcar añadido es quizás la más acertada.

Para freír deliciosamente las semillas de girasol, primero debes separarlas y luego enjuagarlas.

La forma más cómoda de limpiar los granos del polvo y la suciedad es colocarlos en un colador y colocarlos bajo el chorro de agua fría.

Después de esto, llene el bol con líquido tibio (se necesitan 0,5 litros para 200 g de semillas) y agregue 50 g de sal y 5 g de azúcar.

Mezcle bien el contenido del recipiente hasta que los componentes a granel se disuelvan por completo y empape una toalla de algodón en la solución resultante.

Semillas
Foto: Pixabay

Exprime bien la tela y colócala sobre una superficie plana en 1 o 2 capas.

Coloque las semillas encima (trate de asegurarse de que su capa sea uniforme) y enrolle la toalla hasta formar un rollo.

Ahora hay que meter el producto con las semillas en una bolsa de plástico y girar el borde de la bolsa para que quede aire en el interior, después de lo cual se puede asegurar con una banda elástica.

Esta pieza de trabajo debe dejarse sobre el radiador, previamente cubierta con una toalla doblada en cuatro capas. Las semillas deben permanecer calientes hasta por 10 horas.

Finalmente, puedes empezar a freír: vierte 10 ml de aceite de girasol en una sartén caliente y fríe las semillas a fuego lento, revolviendo continuamente. Una vez que estén listas, coloca las semillas en un plato, de lo contrario los granos se quemarán.

Autor: Elena Shimanovskaya editor de recursos de internet