Se cree que los malos hábitos están asociados únicamente con el consumo de alcohol, el tabaquismo y el sedentarismo.
No debemos olvidarnos de la dieta, y al llegar a cierta edad, este artículo bien puede convertirse en el primero para todo aquel que crea que lleva un estilo de vida saludable.
Los nutricionistas extranjeros han llegado a la conclusión de que después de 60 años es necesario abandonar los siguientes hábitos alimentarios.
Sin proteínas, no se puede mantener la masa muscular, la salud ósea y llevar un estilo de vida físicamente activo.
A esta edad, las personas corren el riesgo de perder masa ósea y la falta de proteínas en la dieta sólo agrava el problema.
La fibra insoluble ayuda a eliminar sustancias nocivas del organismo.
Las bacterias intestinales beneficiosas necesitan fibra soluble.
Por eso es tan importante que las personas mayores coman bayas, frutas, verduras y también avena.
Una persona puede sentir que tiene menos sed que en su juventud. De hecho, sólo se embota y persiste el riesgo de deshidratación.
Y después de 60 años, las consecuencias de la deshidratación no son menos graves.
Esto se aplica principalmente a las cenas tardías.
Es necesario seguir una rutina diaria y también evitar alimentos poco saludables que provocan un aumento de peso y provocan consecuencias como la diabetes.