El eterno debate sobre quiénes viven mejor en el mundo –los “búhos” o las “alondras”– parece haber llegado a su fin.
Los científicos británicos han encontrado la respuesta a la eterna pregunta.
Por cierto, confirmaron que no solo la salud mental, sino también el bienestar general de una persona depende de la hora del día en que está despierta y la hora en que descansa.

Estudiar
Según las últimas investigaciones, los madrugadores están en buena posición.
Vale la pena señalar que los investigadores analizaron datos de casi 50.000 personas que completaron encuestas durante dos años.
En la mayoría de los casos, las personas dijeron que se sentían mejor en general por la mañana.
En ese momento, según ellos, notaron menos síntomas depresivos, se sintieron mejor, más felices.
Además, era por la mañana cuando las personas estaban más satisfechas con la vida y tenían un mayor nivel de autoestima.
Pero la noche se caracterizó por manifestaciones tan típicas como empeoramiento del estado de ánimo, mala salud, depresión, etc.
Un matiz importante
Al mismo tiempo, los científicos hacen una observación importante: informan que el estado mental no depende necesariamente de la hora del día.
Los investigadores sugieren que el problema puede ser que las personas respondieron las preguntas de manera diferente en distintos momentos del día, dependiendo de su estado actual.
Además, otros factores pueden afectar la psique, como las horas de luz más cortas en invierno, los niveles de estrés, el apoyo social y el medio ambiente.
Los científicos también han descubierto que la mañana es el momento más óptimo para la actividad productiva.
La noche, según su investigación, ofrece la mejor oportunidad para centrarse en el estado emocional.
Por otra parte, los expertos afirmaron que cada uno de nosotros tiene biorritmos individuales.
Así que si alguien se siente mejor por la noche, no debería cambiar su rutina y convertirse en un madrugador.