Nadie está obligado a hacerse responsable de tu mal humor y a esquivarlo para hacerte más divertido y cómodo.
Debes ser responsable de tu propia expresión facial. Afortunadamente, la ciencia tiene varias formas comprobadas y bastante sencillas de hacerlo.
Te contamos cómo animarte.
Punto uno: comience con la carga
El ejercicio puede significar tanto una serie de ejercicios gimnásticos como una ducha de contraste, que es tan vigorizante como correr por la mañana.
Sin embargo, la ciencia ha demostrado que después de correr y otros tipos de entrenamiento cardiovascular, el cuerpo sintetiza endorfinas de forma más activa.
Punto dos: busca un motivo para sonreír
Sucede que una persona de mal humor evita deliberadamente el entretenimiento. Pero la risa satura de oxígeno el corazón y los pulmones.
Esto mejora la estimulación muscular, lo que a su vez conduce a la producción de las endorfinas necesarias. Por tanto, la risa prolonga la vida y ayuda a combatir el estrés. ¡Un hecho!
Punto tres: ejercicios de respiración
De igual forma, el yoga, la meditación y otras prácticas con las que se acostumbra combatir la ansiedad y el estrés.
Punto cuatro: haz algo bueno
La ley boomerang no es una ficción. Tu buena acción seguramente volverá a ti de buen humor.
Los científicos han demostrado que las buenas acciones hacen felices a las personas.