Cómo afrontar la pérdida y el duelo

25.12.2024 19:36

En el proceso de experimentar una pérdida y duelo, es importante que una persona pase por 5 etapas: conmoción, ira, negociación, depresión y aceptación.

Cada uno de ellos es importante y vale la pena dedicarle el tiempo necesario.

Entendamos todos los entresijos junto con la psicóloga Ksenia Mathur .

Según los cánones psicológicos, se asignan entre 1 y 1,5 años de alojamiento.

Pero en la práctica, este período puede ser diferente; una persona puede pasar las etapas desordenadamente, retroceder, avanzar a su propio ritmo.

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Foto: © Belnovosti

Sucede que no existe una etapa de negación o de enojo.

Etapa de shock o negación

En esta etapa se produce una cierta "congelación" de los sentimientos y emociones de una persona.

Una persona se comporta con indiferencia o como si nada estuviera pasando, puede decir: "Esto no puede ser", "No lo creo", "Todo estará bien", "Todo pasará", "Todo está bien".

Etapa de ira

Una persona puede buscar culpables de lo sucedido, puede estar enojada consigo misma, con quienes la rodean e incluso con la persona a quien le sucedió algo (o que murió).

La autoagresión (agresión dirigida a uno mismo) ocurre a menudo y puede convertirse en un sentimiento de culpa y un deseo de castigarse a uno mismo;

etapa de negociación

A menudo, una persona en esta etapa intenta llegar a un acuerdo con Dios, los poderes superiores, consigo mismo o con alguien más.

Piensa: “Si hago esto, todo volverá a su lugar, todo se arreglará”, “nunca más lo haré…”, “Si esto pasa, nunca más…”.

Pueden aparecer restricciones, reglas, obsesiones, una persona puede castigarse y negarse algo en memoria de la persona o de la pérdida.

Etapa de depresión

Se siente impotencia, no se puede devolver nada, el dolor no desaparece con la ira, las negociaciones y las restricciones tampoco dan resultados.

Puede aparecer una cierta desesperación, uno puede darse por vencido, e incluso parece que el dolor nunca desaparecerá, una falta de voluntad para vivir y hacer algo.

Una persona se vuelve indiferente a sí misma, a los demás, a sus aficiones, al trabajo, a todo lo que antes tenía sentido para él.

Etapa de aceptación

Aparecen ganas de vivir, de hacer algo, regresan la sensibilidad y los sentimientos placenteros (alegría, placer), se despiertan el interés y los deseos.

El dolor no ha disminuido, pero la persona aprende a vivir con él.

La tristeza permanece, pero ya no “cae” en ella. Vuelve al trabajo, la comunicación, las aficiones. A menudo algo cambia en la vida, desde el vestuario hasta el cambio de entorno.

Es importante procesar la pérdida. ¿Qué significa vivir?

Habla de ello, llora, entristece, afligete. Y lo principal es hacerlo con una persona (no sola). La vida y la liberación sólo se producen al lado de otras personas.

Por eso, es importante contar con el apoyo de sus seres queridos, amigos y un psicólogo.

Para que por mucho que hables de la persona y de la pérdida, no te detengan y te digan: cálmate, olvídate, ya todo pasó, necesitas seguir adelante con tu vida.

La pérdida sólo se vive y nada más. De lo contrario, todos los sentimientos y experiencias simplemente se quedan atrapados en el cuerpo y luego se convierten en sentimientos congelados y psicosomáticos.

Y a lo largo de muchos años, a veces durante toda mi vida, cuando recuerdo a esta persona, el dolor vuelve.

Cuando la pérdida termina, quedan recuerdos, pero no hay dolor y no quieres llorar.

Valeria Kisternaya Autor: Valeria Kisternaya editor de recursos de internet

Hermosa (Sysoeva) Ksenia El experto: Hermosa (Sysoeva) Ksenia 


Contenido
  1. Etapa de shock o negación
  2. Etapa de ira
  3. etapa de negociación
  4. Etapa de depresión
  5. Etapa de aceptación