Mucha gente disfruta escuchando música durante todo el día.
Las composiciones favoritas te ayudan a levantar el ánimo y también pueden evocar un sentimiento de nostalgia, ayudarte a superar dificultades e inspirarte a alcanzar tus objetivos.
También hay quienes prefieren escuchar música justo antes de acostarse para relajarse.
Sin embargo, como lo demuestran los estudios realizados por especialistas de la Universidad de Baylor en EE.UU., este hábito no puede considerarse bueno.
La razón es que, como resultado, aparecen involuntariamente imágenes musicales, los llamados "earworms".
Probablemente estés familiarizado con estas sensaciones, porque los “earworms” no son más que una melodía o canción que suena en tu cabeza una y otra vez.
Como regla general, este fenómeno es típico del período en que una persona está despierta, pero también puede ocurrir cuando está prácticamente dormida.
Es de destacar que la aparición de "gusanos del oído", y con ellos los trastornos del sueño, es provocada más a menudo por la música instrumental que por las canciones con letra.
Los estudios han demostrado que las personas infectadas con gusanos del oído tienen más dificultades para conciliar el sueño, pasan más tiempo en etapas ligeras del sueño y se despiertan con más frecuencia durante la noche.
En otras palabras, ni siquiera tienes que tararear la melodía para ti mismo: el "parásito" ya ha hecho su trabajo y no debes esperar un descanso adecuado esa noche.
Para deshacerte de los gusanos, intenta concentrarte en una actividad, tarea o problema que te ayude a distraerte, como planificar las actividades del día siguiente o escribir pensamientos en tu cabeza en un papel. Y, por supuesto, no te dejes llevar escuchando música antes de dormir.